Los micropilotes son elementos constructivos empleados en cimentaciones profundas al ser resistentes a los esfuerzos de tracción y comprensión. Cuándo los terrenos superficiales no poseen la capacidad necesaria para absorber las cargas transmitidas por la estructura, se utilizan los micropilotes, que se entierran en el terreno con el fin de soportar dichos sobrepesos.

Micropilotes introducción y definición

Los micropilotes de sección circular y de pequeño diámetro (entre 80 y 300 mm.) perforado se hincan a presión “in situ” dispuestos de forma vertical o con cierta inclinación < 20º y cuyo funcionamiento se basa, fundamentalmente, en la transmisión de carga estructural a estratos más profundos y resistentes. Además, tienen la peculiaridad de que permiten perforar rotando el terreno, a la vez que percutiendo (picar y rotar), lo que los diferencia de los pilotes (que sólo pueden trabajar rotando, impidiéndoles atravesar estratos con hormigones armados).

Los micropilotes han favorecido un cambio en el planteamiento de los proyectos de cimentaciones profundas, permitiendo llegar a zonas inaccesibles y con gálibos muy reducidos. Generalmente, el uso más común de los micropilotes es en cimentaciones y/o recalces, en la corrección de corrimientos (menos frecuente) y para armar muros especiales y reformar los existentes.

La primera referencia que tenemos de este tipo de pilotes la encontramos en el libro de Sansoni en 1963. Define los pali radice, como «pilotes de pequeño diámetro, ejecutados con perforación a rotación y una tubería de entubación de unos 100 mm de diámetro«. El micropilote se empezó a utilizar en Italia entre 1950 y 1952 y en muchos otros países (Inglaterra en 1962, Alemania en 1965, USA en 1973…) por la empresa FONDEDILE. A partir de 1980- 1990 prácticamente, todas las empresas especializadas en cimentaciones ofrecen este tipo de servicio.

Sin embargo, es preciso hablar sobre las ventajas e inconvenientes del uso de los micropilotes, cómo bien nos explica Catedrático de Ingeniería del Terreno de la Universidad Politécnica de Valencia Manuel Romana Ruiz (ROMANA RUÍZ, M., 2003: “Micropilotes uso en recalces”, Conferencia en el II Curso sobre Recalces, Inclusiones, Inyecciones y Jet- Grouting, Valencia.

Ventajas de los micropilotes:

  • Son válidos en superficies pequeñas, en aquellos espacios que no permiten la entrada de maquinaria pilotadora convencional.
  • El diámetro de perforación es menor.
  • Posibilidad de crear pantallas con ellos, cuya función sería aguantar el peso de los elementos o pilares que tengamos.
  • Nos concede un abanico de posibilidades más amplio en una obra.
  • Se adaptan a las diversas necesidades de los terrenos, sobre todo en aquellos terrenos fluctuantes por la presencia de agua, que produce un efecto de inestabilidad variando las características propias del terreno y su consistencia.
  • La maquinaria utilizada es más ligera y puede acceder a cualquier lugar (el tamaño de los equipos es más reducido, pudiendo utilizarse en espacios reducidos como sótanos si tenemos que reparar los cimientos de una edificación existente).

Inconvenientes de los micropilotes:

  • La relación entre el coste y la carga admitida es mayor en un micropilote que en un pilote.
  • Muchos procesos de cálculo son empíricos y sólo se pueden contrastar con pruebas de carga si se pretende aprovechar al máximo la resistencia del micropilote.
  • La calidad depende mucho de que el proceso de ejecución sea riguroso.

Aplicaciones

  • Estabilización de terrenos.
  • Rehabilitaciones estructurales.
  • Pantalla de micropilotes y muros de contención.
  • Cimentación con micropilotes.
  • Recalce de cimentación.
  • Paraguas de micropilotes.

La ejecución de un micropilote comprende, normalmente, la realización de varias fases sucesivas:

  1. Perforación del taladro del micropilote (a rotación, a rotopercusión o con hélice continua).
  2. Retirada de varillaje de perforación.
  3. Introducción de la armadura tubular del micropilote. Los tipos de armaduras pueden ser barras, tubos (que es lo más frecuente) o una combinación de ambos.
  4. Inyección del mortero a presión. La inyección se realiza en un determinado número de fases en función del tipo de terreno sobre el que trabajemos (en roca, suelos compactos, suelos blandos…)
  5. Retirada de entubación exterior y relleno de mortero por boca de perforación.
  6. Terminación del micropilote.

Una vez tenemos todos los micropilotes terminados, se procede a la retirada de todos los equipos de perforación y de inyección. Seguidamente, se realiza la excavación hasta la cota inferior del encepado y se procede a realizar el descabezado (retirada de todo el hormigón que ha quedado en la parte superior del micropilote). Finalizado este proceso, enderezamos las barras de acero para su posterior conexionado con el encepado.

El encepado es un elemento constructivo de constitución robusta, que sirve para enlazar grupos de micropilotes con pilares o muros estructurales.

Dos son los métodos de conexión más seguros:

  1. Conexión con o sin barras soldadas al encepado existente.
  2. Conexión con aletas a futuro encepado.

En la fotografía, podemos observar el armado del encepado  que disponemos para el atado y la transmisión de cargas. La unidad del encepado, transmite las cargas hacia el micropilote. La carga del micropilote tiene que fluir por su armadura y a su vez transmitir y repartirla sobre la lechada de cemento que es la interfase entre la armadura y el terreno.

En ocasiones, se coloca un disco metálico que garantiza la transmisión de cargas desde el elemento de carga que tengamos hasta el micropilote.

En conclusión, podemos decir que los micropilotes tienen un gran ámbito de aplicaciones, siendo un sistema de cimentación bastante popular y utilizado por sus propiedades mecánicas que, a pesar de ser menores que las de los pilotes, de igual manera, permiten y facilitan la construcción de múltiples estructuras.

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